La temporada 2020 es la más difícil de la historia para los preparadores físicos. Jamás habíamos vivido un parón de cinco meses en mitad de la campaña y jamás se había concentrado casi toda la actividad deportiva en septiembre, octubre y ¡noviembre! La situación puede ser especialmente delicada para los corredores colombianos y su gran ventaja: el entrenamiento en altura.
En anteriores campañas era habitual que los ciclistas colombianos tratasen de aprovechar la altura de su país, con grandes zonas por encima de los 2.500 metros. Por tanto, el plan de muchos colombianos pasaba por permanecer un par de meses entrenando en altura antes de iniciar el asalto al Tour sin casi competición. En 2020, el guion ha saltado por los aires.
Dos buenos ejemplos pueden ser Rigoberto Urán y Egan Bernal. En 2019, el corredor de Education First aterrizó en Europa para disputar Route d’Occitanie –fue tercero por detrás de Alejandro Valverde e Iván Sosa– y, posteriormente, el Tour de Francia. Bernal, por su parte, afrontó el Tour de Suiza y, más tarde, fue a por la gran ronda francesa. Los dos intentaron llegar al inicio del Tour con menos de un mes de adaptación a territorio europeo y una única competición en las piernas. Ahora, no podrán jugar con esas bazas, puesto que las dificultades para salir de Colombia han hecho que se organice un único vuelo humanitario para todos los corredores e incluso para algún otro deportista. Ese vuelo saldrá de Bogotá el 19 de julio y llegará a Europa el 20 de julio, por tanto, 1 mes y 10 días antes del inicio del Tour. El factor de la altitud se diluye.
Urán, en el pasado Tour de Colombia.
Además, hay un segundo elemento clave: todos los corredores llegarán al Tour después de muchísimos meses sin competir al más alto nivel. Eso hace que la gran mayoría de los ciclistas haya cargado el calendario con todas las competiciones posibles, algo jamás visto. Miguel Angel López, por ejemplo, disputará Route d’Occitanie; con solo dos días de descanso irá a Mont Ventoux Dénivelé Challenge; con seis días de descanso, afrontará el Critérium Dauphiné. En total, afrontará 10 días de competición en tan solo 16 días y con desplazamientos por carretera para ir de una prueba a otra. Todas en suelo francés.
¿Cargado? El de Egan Bernal todavía lo está más. El dorsal número 1 en el Tour de Francia de 2020 comenzará su periplo en Europa con la Route d’Occitanie, con dos días de descanso irá a disputar el Tour de L’Ain y con tres días de descanso se marchará al Dauphiné, también todas en Francia. En total, 12 días de competición en apenas 16.
En ese cambio de planes de los colombianos hay que tener en cuenta que llegan a Europa antes de lo previsto y antes de lo que les gustaría a todos y que lo hacen después de mucho tiempo sin competir. Pero también resulta importante un detalle: el Tour de 2020 comienza con dos etapas iniciales muy exigentes. Nadie quiere empezar con un nivel que no sea el máximo.
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