Turquía intenta recuperar el foco mediático del ciclismo profesional en octubre
El Tour de Turquía fue una carrera de máximo nivel mundial. En 2017, 2018 y 2019 llegaron incluso a instalarse en la categoría WorldTour. Sin embargo, los problemas internos del país y los problemas económicos de financiación llevaron a la prueba a caer en picado en el nivel de atracción hacia los grandes equipos del mundo. Ahora, instalados en octubre, intentan volver a la elite.
El ciclismo de Turquía parece estar especializándose, con el paso de los años, en dos períodos muy concretos de la temporada: el inicio y el final. Y siempre con una misma política: agrupar carreras invitando a los equipos a usar los complejos hoteleros del país entre competición y competición. En estos últimos meses de 2023 vamos a vivir el mejor ejemplo posible: del 28 de septiembre al 1 de octubre se disputará el Tour de Estambul, una carrera de nivel 2.2. Y del 8 al 15 de octubre llegará el turno del Tour de Turquía, una carrera de nivel 2.1. Pues bien, muchos de los participantes en Estambul se quedarán durante una semana en Turquía para poder correr la segunda de las pruebas.
Volviendo al Tour de Turquía, la participación es sensiblemente inferior a campañas anteriores. Finalmente, los invitados WorldTeam son Alpecin, Astaná, Bora y UAE. Entre los profesionales, han apostado por Turquía: Bingoal, Burgos, Corratec, Eolo, Green Project, Q36.5 y NovoNordisk. El resto serán equipos continentales o selecciones: Abloc, Bike Aid, Shimano, Tarletto, Sofer, Medellín, Beykoz, Konya, Saraya, Spor, P&S, Global 6, Voster y la selecciónde Países Bajos.
Lejos quedan los tiempos en que la carrera fue WorldTour, pero al menos en Turquía tienen muy clara la línea de cómo organizar carreras y revitalizar sus hoteles fuera de temporada, usando por tanto meses como febrero y octubre. Y han apostado por el ciclismo como escaparate para todos los aficionados y como factor de ventas directas para los equipos.