UAE zanja el debate sobre el bicarbonato: «No podemos curar el cáncer»

UAE zanja el debate sobre el bicarbonato: «No podemos curar el cáncer»

Foto: LaPresse / Il Lombardia

Hace muy pocos años la polémica giraba alrededor de las cetonas. En 2023 el debate se ha centrado en el uso de una sustancia tan común como bicarbonato. El fisiólogo de UAE, Iñigo San Millán, ha salido a la palestra para argumentar que el bicarbonato no puede ser considerado como la solución mágica para todos los problemas y la mejora del rendimiento en el alto nivel.

Desde el seno del equipo Jumbo-Visma se explicó que estaban empleando bicarbonato y que habían conseguido que los deportistas pudieran absorberlo, pero sin los tradicionales efectos secundarios vinculados al dolor estomacal. A partir de ese punto hubo un curioso debate público. En Zikloland también preguntamos y muchos ciclistas reconocían que el bicarbonato era algo empleado desde hace años, especialmente en esfuerzos intensos como las cronos.

Iñigo San Millán ha salido a explicar en redes sociales su punto de vista sobre el bicarbonato y ha comentado algunos de sus estudios en la lucha contra el cáncer para certificar que el bicarbonato no puede ser una ayuda contra la fatiga muscular: «En primer lugar, el bicarbonato es uno de los suplementos más antiguos que existen. Se ha utilizado durante décadas. Como muchos suplementos que no funcionan, tienden a resurgir cada 20-30 años. El pH de la sangre es de 7,35-7,45 y uno de los estados homeostáticos más sagrados para el cuerpo humano. Tres elementos principales ‘amenazan’ el pH sanguíneo: CO2, concentraciones de electrolitos y concentraciones de ácidos débiles».

San Millán añade: «Durante el ejercicio de alta intensidad y el estrés patológico, estos elementos son amenazas para el pH sanguíneo. Nuestro cuerpo posee una gran reserva de bicarbonato para defender constantemente el pH fisiológico y sagrado de 7,35-7,45. Esto es fundamental, ya que si el pH sanguíneo aumenta o disminuye por encima de estos valores, podríamos morir. De ahí que el bicarbonato exógeno se neutralice normalmente, ya que el pH sanguíneo no puede bajar de los niveles homeostáticos».

El doctor aclara que el pH puede llegar a bajar por culpa del lactato, pero la posibilidad de que el bicarbonato llegue a ese músculo para neutralizarlo es «extremadamente pequeña». Y añade: «Un ejemplo son las células cancerosas, que pueden tener un pH de ~6-7 (similar al de los músculos en ejercicio). Cuanto más agresivo es el cáncer, más bajo es el pH. Esto se debe principalmente al lactato, que es la clave del famoso «microambiente tumoral», clave en la carcinogénesis y la metástasis. Si el bicarbonato pudiera llegar tan fácilmente a los músculos, también llegaría a las células cancerosas para neutralizar la acidosis del microambiente tumoral y probablemente sería el tratamiento más eficaz contra el cáncer. Obviamente, los suplementos de bicarbonato no llegan a las células cancerosas y no curan el cáncer«.