De no haber sido por esa pájara, aquella tremenda explosión generada en gran medida por sus ganas de ganar, Mathieu Van der Poel habría levantado los brazos casi con total seguridad en la meta de Harrogate en el pasado Mundial de ciclismo en ruta. De haber sido así, Canyon hubiera pintado sus cuadros de carretera por segundo año consecutivo con los colores del arcoíris, ya que el holandés habría sucedido a Alejandro Valverde.
Pero en Canyon saben de sobra que apostarlo todo por un corredor como Mathieu Van der Poel es mucho más rentable que esa derrota. O que esa victoria si se hubiera cumplido el anterior párrafo de ‘ciclismo-ficción’. El portento neerlandés está llamado a seguir dominando en distintos escenarios en este 2020 y, quien sabe, si también debutará en una gran vuelta si la organización de la Vuelta a España decide extender una invitación a su rebautizado equipo Alpecin-Fenix.
Cada vez que veamos ganar o intentar ganar a Van der Poel en este 2020, lo haremos siempre con las pegatinas de Canyon perfectamente colocadas en sus distintas monturas. Un equipo multidisciplinar para un ciclista dominante en todas las disciplinas. Sólo le falta la pista pero con su ambición, quien sabe, seguramente la firma de bicicletas con sede en Koblenz (Alemania) estaría más que encantada de diseñar y fabricar un cuadro diseñado a las características de este ciclista de época.
En este orden: Inflite CF SLX para ciclocross y su aplastante dominio sobre el barro, la Lux CF SLX para cuando vuelva a la elite de la Copa del Mundo de Mountain Bike y en esta prueba en los Juegos Olímpicos de Tokio y en carretera la ya clásica Aeroad CF SLX y también la Ultimate CF SLX, esta temporada con más presencia en el equipo Alpecin-Fenix, al menos en estas presentaciones y primeras tomas de contacto invernales.
Canyon va a seguir al más alto nivel con Movistar Team y con el Arkea-Samsic de Nairo Quintana, que sustituye sus BH de las dos últimas temporadas y media por esta misma bici que tanto le ha dado al ciclista colombiano durante los últimos cursos. En 2020 no hay ninguna renovación geométrica ni tan siquiera estética de estos dos cuadros de carretera. Lo que funciona bien, no hay que tocarlo, nos dijeron desde la marca hace dos temporadas. Aunque los clientes de esta firma y los potenciales compradores siguen esperando ese ‘re-styling’ que vendrá tarde o temprano.
Varios modelos, un solo objetivo: ganar
La Canyon que más y mejor explota Van der Poel es la Inflite de ciclocross, una bici “fabricada para destacar en todo tipo de situaciones. Una pura sangre de competición”, según la descripción de la propia marca. Su geometría moderna la hace rápida y ágil y su diseño rompedor, especialmente dotando de más espacio al triángulo principal para que encaje con el hombro cuando hay que echársela encima para sortear obstáculos, marcan diferencias en plena carrera.
Canyon Inflite CF SLX. Foto: Alpecin-Fenix
De las bicis de cross hay que tener en cuenta que acumulen el barro en la menor medida posible y que tengan un control total así como una resistencia estable. Además de sus piernas y su mentalidad ganadora, no es casualidad que Van der Poel haya enlazado cuarenta victorias en esta disciplina en todo el año natural 2019. La Inflite sin duda es la máquina más ganadora de toda esta flota que Canyon pone a disposición del neerlandés.
Por otro lado, las Exceed y la Lux estamos menos acostumbrados a verlas dado que Van der Poel no se prodiga tanto en las carreras de la Copa del Mundo de Mountain Bike. Especialmente la Lux, la opción de doble suspensión con posibilidad de tamaño de ruedas de 27.5 pulgadas, es la que más utiliza y la que veremos con total probabilidad en el circuito olímpico de Tokio, gran objetivo de Mathieu para este 2020 más allá de posibles conquistas en ruta.
Mathieu van der Poel sobre su Canyon Lux.
Cuando se avecinen las clásicas y gradualmente su salto a las vueltas de una semana o ese objetivo de debutar en una grande si es que La Vuelta extiende esa invitación al Alpecin-Fenix, están la Ultimate CF SLX y la más utilizada en 2019 Aeroad CF SLX. Si es cierto que en el futuro quiere mutar a vueltómano, el neerlandés también deberá pasar horas encima de la cabra Speedmax.
De la Ultimate resalta Canyon que es “la elección natural para los corredores ambiciosos”. Es la montura que representa la máxima expresión de esta marca en sus cuadros de carretera, a caballo entre una bici clásica de competición con diferentes optimizaciones aerodinámicas. Si bien es cierto que en este 2020 veremos mucho más esta bici en su versión de disco, Van der Poel lleva utilizando este frenado en ruta sin ningún problema durante estas últimas temporadas donde ha compaginado disciplinas. Aquí y con él, no hay ningún debate.
La Ulitmate de Mathieu van der Poel en 2020.
Canyon Aero Road CF SLX.
Todas estas opciones de monturas son las que da Canyon a un ciclista como Mathieu Van der Poel. Hay pocas alianzas más exitosas que esta en el ciclismo actual y muy pocas marcas en la historia reciente del ciclismo pueden presumir de estos éxitos y de algo más importante, ser una referencia en ventas. Es cuestión de saber elegir.
Alpecin-Fenix 2020, el «equipo multidisciplinar» de Canyon
Test Zikloland Canyon Aeroad CF SL 8.0 DI2: La aero casi perfecta por 4.199 euros
Test Zikloland Canyon Endurace CF SLX Disc 8.0 Di2: Comodidad sin límites
Test ZiklolandCanyon Ultimate AL SLX 9.0: Aluminio muy tope de gama