El vigente subcampeón del mundo de ciclocross sigue impresionando. Mathieu Van der Poel (1995, Beobank-Corendon) no le teme a ninguna disciplina, y en las últimas semanas ha demostrado que puede estar en la élite tanto de la carretera como del BTT
A un día de la conclusión de Boucles de La Mayenne (Francia, 2.1), el neerlandés es líder después de mostrar una regularidad insultante: tercero en el prólogo, segundo y ganando el sprint del pelotón en la primera etapa y vencedor en el sprint en cuesta de Hambers. Si Johan Le Bon (FDJ) no le rebasa el segundo que les separan, logrará su primera general entre profesionales.
“Todavía no está ganada la general. Estoy muy orgulloso de haber ganado y de recompensar a mis compañeros por el trabajo hecho. Aunque no tenía como objetivo este maillot de líder o la clasificación general, ahora que lo tengo probaré de defenderlo y ganar los Boucles de la Mayenne”, decía Van der Poel al acabar la etapa.
“El final era muy duro, pero ya había corrido aquí y sabía que este final se me adaptaba. Ha sido duro acelerar. Sin embargo, cuando he lanzado mi sprint, sabía que podía ganar. Tenía mejores piernas el día anterior, pero cuando tus compañeros de equipo te ayudan como lo hicieron en esta etapa, por lo menos te da moral para probar de rematar”, admitía el neerlandés.
Van der Poel tiene solamente 22 años y su rendimiento en las últimas semanas ha sido de escándalo. Si en la Vuelta a Bélgica fue capaz de ganar una etapa a todo un Philippe Gilbert, en la reciente Copa del Mundo de BTT fue segundo en Albstadt, solamente superado por el mito Nino Schurter. Y de no ser por un pinchazo, le hubiera peleado la victoria.
El nieto de Poulidor, el que se proclamara campeón del mundo júnior en ruta en Florencia 2013 y posteriormente campeón del mundo élite de ciclocross en 2015, parece estar lejos de conocer su límite.