Vincenzo Nibali (Bahrein-Merida) no solo presentó ayer sus ambiciones en el Giro de Italia, sino que también exhibió la máquina que montará en la carrera rosa, una edición única de la Merida Scultura, de color negro y oro.
El trofeo en forma de espiral del Giro inspira el diseño de la bicicleta de Nibali, con una banda oro con la palabra centenario y con todos los nombres de los ganadores, incluido el suyo, vencedor en 2013 y 2016.
Se trata de un oro real, informa la marca taiwanesa, aplicado a la capa superior del carbono protegido por un revestimiento transparente.
La bici es una creación totalmente única y no estará a la venta después.
“Mis expectativas son conocidas: quiero llegar al podio final. No es fácil estar en el escalón más alto, así que si no es posible ganar el Giro de nuevo, lucharé por el segundo o el tercer puesto para honrar la carrera”, afirmó ayer Nibali sobre sus aspiraciones.